No podemos verlos, pero están ahí, en nuestros colchones, nuestras alfombras o almohadas y en gran parte del mobiliario del hogar. Hablamos cómo no, de lo ácaros, esos microscópicos arácnidos que se dispersan tambiénde forma invisible entre el polvo.
Se conocen casi 30.000 epecies de ácaros, pero en cualquier entorno doméstico nos acompañan poco más de tres tipos de estos parásitos que, lejos de ser inocuos, desencadenan procesos alérgicos e incluso asma.
Puede que nos piquen los ojos, que nos salgan algunas manchas en la piel que cursen con picor. No le damos importancia, sin embargo, todos estos síntomas pueden deberse a una alergia a los ácaros.
A continuación, te proponemos tomar nota de una información valiosa: cómo reducir el impacto de los ácaros en el hogar.
El impacto de los ácaros en nuestro organismo
Los ácaros que conviven contigo
Los ácaros son voraces, inquietos y se proliferan con facilidad. Agradecemos sin duda en no poder verlos, pero su presencia invisible buscará siempre la cercanía del ser humano por una razón muy concreta.
- Estos microorganismos se alimentan de la piel muerta del ser humano y de los animales.
- Una persona desprende cerca de un gramo de piel al día. De ahí, que sus escenarios favoritos sean nuestras sábanas, colchones o mantas.
- La temperatura óptima en la que los ácaros empiezan a proliferar son los 25ºC. Les gusta al humedad, en especial si oscila entre los 70-80%. Debajo del 45%, fallecen.
Tu organismo puede reaccionar ante su presencia
La sintomatología asociada a una alergía a los ácaros puede ser muy variada. No obstante, estas serían las características más comunes en caso de que seamos alérgicos a ellos:
- Catarros alérgicos, con muchos estornudos y secreción nasal sobre todo en las primeras horas del día.
- Conjuntivitis, ojos rojos.
- Tos.
- Asma.
- Urticarias, picazón en varias zonas de nuestro cuerpo.
Todos estos síntomas se deben a la respuesta de nuestro sistema inmunitario a la presencia de un patógeno: los ácaros. Se trata de una alergia por inhalación ocasionada por las proteínas presentes en las heces de los ácaros.
Cómo proteger del impacto de los ácaros en el hogar
Ventilación y limpieza
Cuando empezamos a mostrar síntomas alérgicos lo que hacemos en primer lugar es acudir a un especialista para conocer qué nos origina ese cuadro sintomático. Una vez tengamos claro que el problema está en los ácaros y el polvo, tomaremos medidas.
- Es importante que ventilemos todos los días la casa y la habitación. Abriremos las ventanas para propiciar un descenso de la humedad ambiental y de la temperatura.
- La limpieza de los dormitorios la haremos por la mañana y con la ventana abierta.
- Para eliminar todo tipo de alérgenos son muy útiles determinados tipos de aspiradoras con buena potencia y filtros HEPA o de agua.
- El lavado del material textil de las camas lo haremos a altas temperaturas para matar por completo a los ácaros.
- Una vez hecha la limpieza, debemos cerrar puertas y ventanas hasta la hora de acostarnos. De ese modo, evitamos la entrada de polvo.
Asimismo, cabe destacar que los purificadores de aire son muy efectivos para consguir un escenario ambiental más puro y libre de alérgenos.
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